Ya he llegado al Aeropuerto Internacional de Ezeiza de Buenos Aires, es inmensamente grande, es increíble.
Cuando llegamos nos esperaba un hombre, con un cartel en el que ponía Sr. Pablo Dutra e hija. Resulta que mi padre había contratado como una especie de taxista que nos llevaba a un hotel.
Llegué al hotel, se me hizo que era un hotel muy extraño, era tan sólo de dos estrellas, pero bajo mi opinión se merecía menos, el recepcionista, por ejemplo, no era alguien formalmente bien vestido sino todo lo contrario, y con una voz muy grave y un acento un tanto extraño.
La habitación que nos toco era la número veintiuno, la más grande de todo el hotel. En el hotel había un total de veinticinco habitaciones. La habitación no estaba mal, contaba con dos camas de noventa, y un baño con una bañera bastante grande.
Dicho día dormí perfectamente a pesar de estar muy preocupada por el enfado de mi padre, aún no me había dirigido ni una sola palabra.
En dicho hotel pasamos meses y meses, nuestro único entretenimiento era leer, ver la televisión, y yo por supuesto escribir estupideces del aburrimiento vía Twitter. Finalmente ha llegado el día, hoy comienzo las clases en uno de los colegios más importantes del centro de Buenos Aires. Estoy nerviosa, ya que para mi es todo nuevo; nuevos compañeros, nuevo colegio etc.
El colegio se llama; ‘Colegio de estudiantes central de Buenos Aires’, pero es mas conocido por el nombre de: ‘Colegio Central’, ó por la iniciales de este; ‘CC’.
La clase a la que me han mandado no es muy grande. Mi tutora se llama; Daria. Y mis compañeros parecen amables, entre ellos se llevan bastante bien.
Recuerdo del primer día dos de mis compañeros, fueron los únicos en preguntarme mi nombre. Estos se llamaban Federico, y Brenda, ambos muy amables, de hecho Federico me acompaño al hotel, ya que mi padre no pudo venirme a buscar.
De camino al hotel iba acompañada de Federico y su hermano; Sebastian, el chico más guapo que he visto nunca, un hombre atractivo, musculoso, creo que desde ese día me enamore de él.
Exacto, sí lo habéis oído, me enamore, creo que fue muy pronto pero me enamore.
Me sorprendió que tanto Federico como Sebastian tuvieran teléfono móvil, y sin embargo Twitter no. Cuando llegue a mi casa, Pablo, mi padre, les dio las gracias por acompañarme, y les invito a comer en el hotel. Sin embargo, ellos rechazaron la oferta, a pesar de que venían muy hambrientos.
En la comida, mi padre me pregunto haber que me sucedía. Aproveche ese momento para preguntarle porque durante meses no me había dirigido la palabra, sin embargo, no me quiso responder. Yo educadamente, a diferencia de el, le dije que no me sucedía nada, pero el me replico diciéndome que era mi padre y que sabia perfectamente lo que me sucedía. Entonces me comento, que me vio extraña que me estaba viendo crecer, que ya me veía como una mujer, y me pregunto haber si me había enamorado. Lógicamente, me entro un ataque de nervios y no supe que responder, pero finalmente le dije con muchos nervios que no digiera bobadas, que aún era una cría.
De repente, él quedo en silencio cojio el mantel y se quito una mancha de la boca que le había producido lo que estabamos comiendo. Entonces me dijo: en estos momentos se que estarías más comoda hablando sí yo fuera tu madre, sabía que un día llegaría este momento, tengo una carta para tí leela, creo que te ayudará.
De pronto alargue mi mano para recoger dicha carta. El sobre era un tanto extraño, yo díria que era un sobre bastante antiguo. Al de poco mira la delantera del sobre en el que ponía: "Para mi hija". Me quede tan asombrada que no supe como reaccionar, le pregunté a mi padre: ¿Es de mama?, y el me respondio con la cabeza afirmandome que sí.
Antes de abrir el sobre para leer la carta, mi padré me replicó: "Eda, porfavor, espera a que yo me vaya y entonces la lees". Le pregunte porque, y entonces él sin responderme se fué. Entonces abrí el sobre y leí:
De repente, él quedo en silencio cojio el mantel y se quito una mancha de la boca que le había producido lo que estabamos comiendo. Entonces me dijo: en estos momentos se que estarías más comoda hablando sí yo fuera tu madre, sabía que un día llegaría este momento, tengo una carta para tí leela, creo que te ayudará.
De pronto alargue mi mano para recoger dicha carta. El sobre era un tanto extraño, yo díria que era un sobre bastante antiguo. Al de poco mira la delantera del sobre en el que ponía: "Para mi hija". Me quede tan asombrada que no supe como reaccionar, le pregunté a mi padre: ¿Es de mama?, y el me respondio con la cabeza afirmandome que sí.
Antes de abrir el sobre para leer la carta, mi padré me replicó: "Eda, porfavor, espera a que yo me vaya y entonces la lees". Le pregunte porque, y entonces él sin responderme se fué. Entonces abrí el sobre y leí:
Hola Eda.
Como te va todo? Soy mama, antes de morir quería escribirte una carta. Esta carta es especial, es para ese día en el que empieces a saber lo que es el amor, con lo que no la leas sí aún no te enamoraste.
Voy a ser breve, y sólo quiero decirte lo siguiente. "Lucha por lo que más quieres".
Besos.
Mama.
¿Entendieron algo de la carta? ¿Creen que en realidad es mama? Yo no entendí nada. ¿Ustedes? En el próximo capítulo intentaré descubrirlo. ¿Me ayudan? Escribanme sus opiniones a mi Twitter. @EdaDutra.
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